Los esteros del Iberá (del guaraní: ý - berá, "agua - brillante") son una amplia red de arroyos, riachos, pantanos, lagunas y bañados que abarca entre 15 000 y 25 000 km² en la provincia de Corrientes, en el noreste de la República Argentina. Solo es superado en extensión por el Pantanal brasileño, con el cual forman el segundo humedal más grande del mundo, parte de un sistema hidrográfico mucho más extenso —el macrosistema del Iberá, de cerca de 1 300 000 ha— en el que se desarrolla un ecosistema subtropical de grandísima diversidad.
El centro aproximado de este sistema se ubica en las coordenadas 28°36′00″S 57°49′0″O / -28.6, -57.81667.
Gracias a su peculiar geografía y al difícil acceso, la zona cuenta con una rica y variada población animal. La fauna autóctona incluyen numerosas especies amenazadas para las cuales éste es uno de los últimos hábitats remanentes, entre las que se cuentan el ciervo de los pantanos (Blastoceros dichotomous), el venado de las Pampas (Ozotocerus bezoarticus), el carpincho (Hydrochoerus hydrochaeris), el lobo de crin o aguará guazú (Chrysocyon brachiurus), el yacaré overo (Caiman latirostris) y negro (Caiman yacare), la boa curiyú (Eunectes notaeus) y el lobito de río (Lontra longicaudis), los monos aulladores (o carayás), así como una enorme variedad de aves. La icitiofauna también es muy variada y abundante, sobresaliendo los dorados, armados, surubís, pacús, mojarras, tarariras y palometas. Los yaguaretés parecen haber sido extinguidos en esta zona durante la primera mitad del siglo XX. La exuberante flora local incluye numerosas especies acuáticas como el camalote, y el irupé —que dan lugar al fenómeno de los embalsados, auténticas islas flotantes que complican la geografía de las lagunas— además de extensos pirizales
El 15 de abril de 1983, por ley 3771, un área de unos 12 000 km² —dividida entre los departamentos San Miguel, Concepción, Santo Tomé, San Martín y Mercedes fue instituida como Reserva Natural Provincial por el Gobierno de la Provincia de Corrientes, del que depende actualmente, tal reserva es el área protegida más extensa con la que actualmente (septiembre 2007) cuenta la República Argentina. Se lo considera un humedal de importancia internacional en los términos de la Convención de Ramsar.
sábado, 29 de mayo de 2010
La Catedral.
Erigida sobre un terreno que habría soportado con anterioridad la existencia de otros tres templos católicos, la magnífica Catedral de Paraná fue inaugurada como tal en 1885 y bendecida el primer domingo de octubre de 1886, día de la festividad de la Virgen del Rosario, Patrona de la ciudad.
Su edificio, de estilo ecléctico -el preferido por la arquitectura de la época-, posee dos torres y una cúpula externas, tres naves interiores y una imponente estatua de San Pedro en la entrada. El campanario consta de cuatro campanas, una las cuales fue fundida en la residencia particular del General Urquiza con aportes de objetos de oro y plata donados por los vecinos.
El templo resguarda en su esplendor un Museo Histórico de importancia para los fieles católicos.
La Catedral de Paraná fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1942.
Se ubica en calle Monte Caseros, entre Urquiza y 25 de Mayo.
viernes, 14 de mayo de 2010
Fundacion de Entre Rios
Los pobladores originales de la provincia fueron los chaná-timbúes, los guaraníes y los charrúas. Sus costumbres eran nómadas, se alimentaban de la caza y la pesca, aunque poco a poco fueron practicando la agricultura. Al fundarse la ciudad de Santa Fe en 1573, Juan de Garay tomó bajo su protección la otra banda del río Paraná. Sus compañeros y seguidores fueron los primeros pobladores blancos que habitaron la región. Los charrúas fueron los que mayor resistencia mantuvieron frente al avance español, hasta que finalmente fueron exterminados a mitad del siglo XVIII.
La ciudad capital nace alrededor de la construcción de una humilde capilla. Con la consiguiente sucesión de viviendas, y con la derrota del indio, los criollos se fueron adentrando en territorio entrerriano. El coronel Tomás de Rocamora, fundador de los pueblos de Gualeguay, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú en 1783, fue el primero que usó el nombre de Entre Ríos como ente autónomo. Luego de 1810, Paraná es categorizada como villa, así la provincia inicia su proceso de independencia.
En el año 1814, las tropas de Artigas derrotan a las de Directorio en el combate del Espinillo. Se crea entonces la provincia de Entre Ríos. La misma queda bajo el mando de Francisco Ramírez en 1819, y al año siguiente se proclama la República de Entre Ríos, incluyendo a Corrientes y Misiones. Ramírez fallece en 1821, este hecho produce el desmoronamiento de la República, Lucio Mansilla asume entonces la gobernación. Hacia el año 1854, Entre Ríos pasa a ser territorio federal, la ciudad de Paraná se convierte en sede del gobierno de la Confederación Argentina. Pero unos 4 años después, la federalización de Entre Ríos queda sin efecto.
En 1860, Concepción del Uruguay obtiene el título de ciudad capital, pero no por mucho tiempo, en 1883 se traslada a Paraná. Para esta época el proceso colonizador es mucho mayor, hacia 1892, unos 1000 inmigrantes judíos procedentes de Rusia fundan la colonia Clara. La Constitución Argentina se modifica en 1994, siendo sede la ciudad de Paraná.
La ciudad capital nace alrededor de la construcción de una humilde capilla. Con la consiguiente sucesión de viviendas, y con la derrota del indio, los criollos se fueron adentrando en territorio entrerriano. El coronel Tomás de Rocamora, fundador de los pueblos de Gualeguay, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú en 1783, fue el primero que usó el nombre de Entre Ríos como ente autónomo. Luego de 1810, Paraná es categorizada como villa, así la provincia inicia su proceso de independencia.
En el año 1814, las tropas de Artigas derrotan a las de Directorio en el combate del Espinillo. Se crea entonces la provincia de Entre Ríos. La misma queda bajo el mando de Francisco Ramírez en 1819, y al año siguiente se proclama la República de Entre Ríos, incluyendo a Corrientes y Misiones. Ramírez fallece en 1821, este hecho produce el desmoronamiento de la República, Lucio Mansilla asume entonces la gobernación. Hacia el año 1854, Entre Ríos pasa a ser territorio federal, la ciudad de Paraná se convierte en sede del gobierno de la Confederación Argentina. Pero unos 4 años después, la federalización de Entre Ríos queda sin efecto.
En 1860, Concepción del Uruguay obtiene el título de ciudad capital, pero no por mucho tiempo, en 1883 se traslada a Paraná. Para esta época el proceso colonizador es mucho mayor, hacia 1892, unos 1000 inmigrantes judíos procedentes de Rusia fundan la colonia Clara. La Constitución Argentina se modifica en 1994, siendo sede la ciudad de Paraná.
sábado, 8 de mayo de 2010
El carnaval de Gualeguaychu
Desde fines del siglo 19 Gualeguaychú, al igual que otros pueblos de la provincia, tuvo en sus corsos, la máxima expresión de alegría y diversión colectiva. En un principio, el corso se desarrollaba por las tardecitas, ya que la ciudad no contaba con adecuada iluminación (la energía eléctrica recién vino en 1907).- En las primeras décadas del siglo pasado, los corsos que se extendían por calle 25 de Mayo desde Rocamora hasta Mitre, alcanzaban un esplendor comparable al actual.- El paso por dicha arteria, se hacía de ida y vuelta. Numerosos palcos instalados por las familias cubrían las veredas desde una punta a la otra del circuito, casi sin separación entre unos y otros. Sus dueños competían para tener el palco mejor engalanado e iluminado.
Numerosos carruajes poblaban el circuito llevando a las niñas mas bonitas, con sus trajes de fantasía. Era tal la cantidad de serpentina y papel picado utilizado en todo el trayecto, que a menudo los cocheros debían detener la marcha para desatascar los ejes. Los jóvenes intercambiaban con las niñas los clásicos ramitos de flores, lo cual muchas veces servía como pretexto para iniciar una relación. En ese marco apoteótico de las primeras décadas, una de las mas célebres atracciones, ha sido sin duda, la Comparsa de Nerón. Representaba al emperador romano, con toda su corte, guerreros, poetas, y era tal el números de sus integrantes, que cuando la primera escuadra iba llegando a la calle España, la última recién estaba saliendo de Rocamora, es decir mas de cuatro cuadras y de 200 integrantes. Una sola de las escuadras eran guerreros, montados en caballos blancos que ocupaban casi una cuadra del circuito.
Su creador fue Abelardo Devoto, aficionado a la música y a los temas clásicos, y su hojalatería de la calle Churruarín servía como centro de trabajo de la comparsa. Alrededor de 1930, se construye en el centro de la ciudad, una enorme pasarela de madera que se extendía por encima del circuito entre ambas veredas de la 25 de Mayo y en cuya parte superior actuaban las orquestas, murgas y conjuntos. En las décadas siguientes, años 30 y 40, se impusieron las murgas tradicionales, que al igual que las uruguayas de hoy día, cantaban sus canciones y eran autoras de sus propias letras que contenían numerosas apreciaciones y críticas sobre temas del momento en la ciudad.
Hoy el carnaval gualeguaychense es el ámbito en el que los sentimientos contenidos entre tambores, lentejuelas y plumas, encuentran su lugar de expresión y canalización. Las cinco comparsas se preparan y visten de gala esperando el desentierro del rey Momo, morir junto a su rey al terminar febrero y volver a nacer el año siguiente explotando con alegría y energías renovadas.
Numerosos carruajes poblaban el circuito llevando a las niñas mas bonitas, con sus trajes de fantasía. Era tal la cantidad de serpentina y papel picado utilizado en todo el trayecto, que a menudo los cocheros debían detener la marcha para desatascar los ejes. Los jóvenes intercambiaban con las niñas los clásicos ramitos de flores, lo cual muchas veces servía como pretexto para iniciar una relación. En ese marco apoteótico de las primeras décadas, una de las mas célebres atracciones, ha sido sin duda, la Comparsa de Nerón. Representaba al emperador romano, con toda su corte, guerreros, poetas, y era tal el números de sus integrantes, que cuando la primera escuadra iba llegando a la calle España, la última recién estaba saliendo de Rocamora, es decir mas de cuatro cuadras y de 200 integrantes. Una sola de las escuadras eran guerreros, montados en caballos blancos que ocupaban casi una cuadra del circuito.
Su creador fue Abelardo Devoto, aficionado a la música y a los temas clásicos, y su hojalatería de la calle Churruarín servía como centro de trabajo de la comparsa. Alrededor de 1930, se construye en el centro de la ciudad, una enorme pasarela de madera que se extendía por encima del circuito entre ambas veredas de la 25 de Mayo y en cuya parte superior actuaban las orquestas, murgas y conjuntos. En las décadas siguientes, años 30 y 40, se impusieron las murgas tradicionales, que al igual que las uruguayas de hoy día, cantaban sus canciones y eran autoras de sus propias letras que contenían numerosas apreciaciones y críticas sobre temas del momento en la ciudad.
Hoy el carnaval gualeguaychense es el ámbito en el que los sentimientos contenidos entre tambores, lentejuelas y plumas, encuentran su lugar de expresión y canalización. Las cinco comparsas se preparan y visten de gala esperando el desentierro del rey Momo, morir junto a su rey al terminar febrero y volver a nacer el año siguiente explotando con alegría y energías renovadas.
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